JULY 2018

El análisis musical nos hace mejores intérpretes. Ya que soy un intérprete, cuando enseño teoría musical enfatizo la relación entre los conceptos analíticos y su aplicación en la interpretación. Por ejemplo, en el contexto de la armonía tonal, le explico a les estudiantes que las llamadas "reglas" de la teoría musical, del movimeinto de las voces y de la sintaxis tonal son más bien una descripción de una práctica histórica que tiene sus orígenes en la interpretación de la música vocal. De igual manera, a menudo incorporo conceptos teóricos y analíticos en las clases de instrumento para esclarecer y fundamentar las decisiones interpretativas. Debido a mi facilidad y entusiasmo por la teoría musical, en todas las instituciones en que he estudiado siempre he sido la persona de mi cátedra a quien mis compañeres acuden—muchas veces a pedido de nuestra profesora de viola—para pedirme ayuda con sus tareas de teoría musical o para analizar la suite de Bach que estén tocando. En mi opinión, la teoría y análisis musical son herramientas que nos ayudan a descifrar los mensajes emocionales de la música dándonos pistas de por qué cierta música nos hace sentir tal o cuál emoción. Al combinar esa información intelectual con nuestros instintos perceptivos y expresivos podemos crear un arco emocional y narrativo más coherente, convincente y satisfactorio.